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EL RIO Y LA MUERTE
Al-Sayyab


Bugaib...
Bugaib...
Campanarios perdidos en el fondo del mar
Agua en las cántaros, atardecer en los árboles.

Los cántaros rebalsan como campanas de lluvia
cuyo cristal se funde en la llamada:
"Bugaib...Bugaib".
Mi añorarte corre en mi sangre,
Bugaib, mi lluvia triste.

Quisiera caminar en la oscuridad
cargando un año de añoranza en cada dedo
como si te trajese de regalo
trigo y flores.

Quisiera asomar por encima del cerro
para ver la luna
navegando a través de tus bancos, plantando sombras
y llenando redes
con agua, pescados y flores.

Quisiera seguir la luna, a través de tí
y escuchar el cascabeleo de los guijarros en tu profundidad
como miles de pájaros en los árboles.
¿Eres un bosque de lágrimas o un bosque del río?
¿Los peces que no duermen, lo hacen al amanecer?
¿Las estrellas, continúan esperando,
tejiendo seda con miles de agujas?

Bugaib...

Quisiera zambullirme en tí para recoger caracolas
construir un hogar
y encender la luna y las estrellas
para dar luz al verde del agua y de los árboles.

En la baja marea de la mañana
navegaría a través de tí hacia el mar
pues la muerte es el mundo encantado de los niños
y tu, Bugaib, eres su puerta oculta.
Bugaib...Bugaib
Veinte años han pasado.
Cada año ha sido una vida.

Al caer la noche
yazgo desvelado sobre el lecho
mi conciencia en tensión
como un árbol cuyas ramas
cargan pájaros y frutas hasta el amanecer.

La aflicción del mundo agita mi sangre y
arranca mis lágrimas como lluvia.
Campanas de muerte resuenan en mis venas,
y el deseo de sentir el frío de una bala rasgando mi pecho
como el infierno quemando huesos
corre en mi sangre.

Quisiera poder ahogarme en mi sangre
para compartir el sufrimiento de la humanidad
y traer vida. Mi muerte es una Victoria.

* Bugaib es un río, en Jaikur.