"Eros y El Talismán".

Capítulo 42. EL GRAN NEGOCIO DE LA PAREJA

Existen médicos, psicólogos, sexólogos y otros aficionados que se ganan la vida intentando infructuosamente remendar parejas, castillos de arena empapados y aún casi borrados por el fuerte oleaje de la naturaleza humana.

Cobran por consejos y asistencia que según ellos permiten salvar la pareja, perpetuarla, tornarla inmune a su propia condición evanescente y a la porfiada realidad que se deriva de que los castillos de arena se construyen a orillas del mar, al alcance de las olas.

Los médicos escasamente son capaces de resolver los problemas de salud más evidentes y elementales que aquejan al cuerpo. A un cuerpo que además de ser tangible cuenta con la capacidad de auto ajustarse o repararse por sí mismo. Esto hace bastante probable que el médico consiga salvarlo en caso que el paciente analice su diagnóstico y consejos con espíritu crítico y se asegure de que los remedios que le fueron prescritos no le causen males mayores que los que se desea resolver.

Cuánto menos podrán los médicos resolver los problemas de un ente complejo, inmaterial y cambiante como es la pareja, cuya muerte se puede producir en cualquier instante y por las más diversas causas, la mayor parte de ellas solo aparentes o virtuales.

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