MINISTRO RAVINET: ¿FINANCIAR O PAGAR?

A una carta donde denuncio que tramita leyes escritas con palabras mal empleadas, el ministro Ravinet elude el tema de fondo y responde con descalificaciones: "hippie" y "desconocedor de la lingüística".

Para Ravinet todo opositor es "hippie". Mal puede entendar de cultura y disidencia un hombre cuya única lectura son las leyes y proyectos que le envían sus amigos para que los tramite con encendida diligencia.

Representa el personaje que Neruda inmortaliza como "Abogado del dólar":

"Es el que remacha los grillos
de la esclavitud en su patria,
y desdeñoso se pasea
con la casta de gerentes
mirando con aire supremo
nuestras banderas harapientas"

Continúa el poeta:

"Es adoptado. Le ponen
librea. Viste de gringo,
escupe como gringo. Baila
como gringo, y sube.
Tiene automóvil, whisky, prensa,
lo eligen juez y diputado,
lo condecoran, es Ministro,
y es escuchado en el Gobierno.

Él sabe quién es sobornable,
Él sabe quién es sobornado,
Él lame, unta, condecora,
halaga sonríe, amenaza.
Y así vacían por los puertos
las repúblicas desangradas.

¿Dónde habita, preguntaréis,
este virus, este abogado,
este fermento del detritus,
este duro piojo sanguíneo,
engordado con nuestra sangre?"

Su comprensible especialización ha impedido a Ravinet enterarse de asuntos como la ecología, el desarrollo sustentable, el bien común y la responsabilidad social.

El Ministro de Urbanismo afirma, muñeco de ventrílocuo del especulador inmobiliario, que la planificación urbana es innecesaria. De ser cierta su teoría, el urbanismo sería la única disciplina en la que planificar es desaconsejable.

Sus descalificaciones brotan cuando es emplazado a escribir leyes claras.

En particular, una de las muchas leyes que actualmente tramita para "remachar los grillos de la esclavitud de su patria", establece que los inversionistas "financiarán" los costos de la externalidades negativas de los grandes proyectos inmobiliarios.

Ravinet afirma que, así redactada, la obligación de los inversionistas no se reduciría a "financiar", esto es a "prestar el dinero", sino que además estarían obligados a "pagar" el costo de dichas obras.

Aquí no se trata, como Ravinet propone, de discutir lo que significa la palabra "financiar". El significado de las palabras es asunto que los abogados interpretan según conviene a sus clientes.

El deber de Ravinet es escribir leyes que sean claras incluso para los más ignorantes. Basta de emplear palabras cuyo único propósito es crear condiciones para seguir despojando, a la sociedad en su conjunto, de sus bienes y sus derechos.

Le reitero, señor Ravinet su obligación de modificar las leyes en cuestión, para dejar establecido, más allá de toda "culta" interpretación, que será el inversionista, y no el Estado, quien asumirá los costos de las referidas obras.

Antonio García Varela
ONG Cívika, derechos ciudadanos.
www.civika.org

Telef. 249.7975

Diario "La Firme", Abril 8, 2003