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PARO NACIONAL HASTA TERMINAR CON LAS AFP
Antonio García V. 07.11.2012


Un nuevo reportaje, esta vez de El Mostrador, informa sobre la pesada cruz que las AFP imponen al pueblo de Chile.
Dice lo de siempre: las AFP son muy rentables porque cobran comisiones brutales y porque todos los chilenos están obligados a pagarles, cada mes, parte de su sueldo.
Cuando el empleo y los salarios crecen algunos puntos, la rentabilidad de las AFP crece diez veces más, incluso si los fondos de pensiones que ellas administran pierden dinero.
El reportaje en cuestión se refiere a las comisiones y lo hace a la chilena: disimulando su verdadera magnitud.
Entonces afirma que las Comisiones están entre el 1,48 %” y el 2,36 %, que es lo que ellas representan sobre el sueldo bruto del afiliado.
Pero en realidad esas Comisiones representan entre el 13% y el 23% del ahorro provisional efectivo (después de comisiones), que es lo único que cuenta, pues las AFP no administran el sueldo bruto de las personas: ellas administran el ahorro provisional que queda una vez descontada la comisión.
Esas comisiones son tan altas que el afiliado tarda entre 3 y 20 años en recuperarlas, dependiendo de la suerte que corren los Fondos administrados por las AFP sin el control de nadie. Si los Fondos rinden mucho, el afiliado recupera la comisión en 3 años. Si rinden poco, la recupera en 20 años. Si pierden, no la recupera jamás.
Las comisiones que cobran las AFP son tan altas que representan entre 10 y 50 veces la que se cobra en mercados donde las personas pueden elegir dónde y en qué invertir su ahorro previsional.
La pregunta que cabe hacer es ¿cómo se desarmar esta situación tan abusiva y onerosa?
¿Cómo puede el chileno conseguir que las AFP dejen de imponerle cada mes exacciones ilegítimas tan obscenas?
La respuesta es una sola: PARO NACIONAL INDEFINIDO HASTA TERMINAR CON EL SISTEMA DE AFP.
Lamentablemente no existe otra solución porque los gobiernos cada día están menos dispuestos a solucionar los problemas de las grandes mayorías. Por el contrario, las grandes mayorías son la principal oportunidad de los bien relacionados para hacer pingues negocios: si consiguen que el gobierno le ayude a quitarle a cada uno de esos diez millones de desamparados aunque sea diez centavos de dólar más cada mes, entonces cada mes se enriquecerán un millón de dólares más.
Es necesario un Paro Nacional exclusivamente para terminar con el privilegio de las AFP, que cobran fabulosas comisiones, hacen grandes negocios (muchos de ellos ilegales) con los Fondos Provisionales, y no pagan pensiones, que es lo que supuestamente deben hacer.
Si los 9 millones de trabajadores de Chile dicen “me paro hasta que me quiten de encima esta carga porque no la soporto mas, porque no es justa, porque es abusiva, porque yo no soy esclavo de nadie, porque nadie tiene derecho a imponerme yugo alguno y porque no sirven para nada excepto para empobrecerme”, las AFP desaparecen de inmediato.
Y ello no afectará a las pensiones porque las AFP solo pagan pensiones a muy pocas personas y porque las pensiones que pagan son, en la mayoría de los casos, irrisorias. Las AFP existen para apoderarse del ahorro provisional y para aparentar que el problema de las pensiones está atendido. Mientras no se termine con ellas, los chilenos seguirán recibiendo pensiones de hambre o viviendo en total abandono y los gobiernos continuarán afirmando que las pensiones no son asunto suyo porque están atendidas por las AFP.
¿No constituyen las AFP un abuso suficiente para que el pueblo de Chile diga basta y no lo permita un día mas?
Es necesario terminar con las AFP: con la expropiación del salario que ellas realizan y con la barrera que suponen para lograr un sistema de pensiones equitativo y justo.
La posibilidad de modificar el sistema de AFP para atenuar el saqueo que desarrollan no es aceptable porque siempre tendrán el dinero necesario para conseguir que su propia ley u otras leyes sean modificadas para restablecer sus privilegios.
Nuestro abusado pueblo debe comprender que una sola vez que paralice el país hasta dar solución a uno solo de los inmensos problemas que lo aquejan, será suficiente para que los gobiernos empiecen a escucharlo y otros problemas sean atendidos.
El Paro es el único lenguaje que los poderosos entienden porque les hace perder dinero. Y el dinero es el único valor que tienen, el único razonamiento que comprenden, el único sentimiento que abrigan, la única pasión que conmueve su corazón de piedra.
Nuestro saqueado pueblo debe comprender que mientras acepte cargar la pesada cruz de las AFP, la más pesada de todas las cruces, esta cruz que llevan desde hace TREINTA Y DOS AÑOS, los gobiernos tan sensibles a los empresarios cada día inventarán algo más que agregar a esa cruz (el litio, las tarifas de los servicios públicos privatizados, los peajes, los combustibles inmensamente caros, la ley de pesca, etc.) y cada día el pueblo sentirá sus rodillas más débiles y arrastrará sus pies con más miseria y menos esperanza.
Después de 32 años de burla y saqueo, no existe otra solución: Paro Nacional hasta terminar con las AFP

 

Antonio García V. (a) Darío Varela