CARTA
ABIERTA A DIPUTADO DE CHILE GABRIEL BORIC
Antonio García V.
21.07.2014
(Le envío
carta abierta porque la carta privada que le hice llegar el
14 de Julio 2014 fue debidamente procesada por sus becarios
en el Congreso. Su mail de respuesta está a su disposición
si desea evaluar la calidad de su trabajo)
Me dirijo a Ud. a raíz de la entrevista que le hicieron
en El Mostrador el 14.6.2014 acerca del acuerdo de Reforma
Tributaria.
Pido ayuda a dos poetas nuestros para intentar que me escuche.
Violeta Parra:
Qué palabra te dijera,
que llegue a tu corazón,
con la fuerza que al enfermo
lleva la muerte su voz
Pablo Neruda:
Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas
Comparto sus cuestionamientos de fondo (Royalty, IVA) y forma
(bajo cuerda y prescindiendo del Congreso) al acuerdo para
la Reforma Tributaria.
También comparto la idea de que sin movilización
no habrá cambios.
Solo falta adentrarse en el origen del acuerdo, en la fuerza
de cohesión que lo genera, en aquello que hace que
siempre, en Chile, Gobierno y Oposición lleguen a entendimientos,
aquello que hace que diversos Indices Globales (The Economist,
Freedom House y otros) establezcan que en Chile no existen
Democracia ni libertad de prensa.
Ese es el nudo gordiano que es necesario cortar.
Derecha y Concertación o Nueva Mayoría llegan
a acuerdos y seguirán alcanzándolos porque los
une la complicidad y la asociación ilícita que
crearon para "preservar la democracia y mantener a Lagos
en el poder" durante la crisis de 2003 a raíz
del descuartizamiento de Daniel Figueroa por los hombres del
entonces Presidente Ricardo Lagos Escobar.
El actual ministro del Interior, el que se viste como mafioso
de Hollywood, se declara del sector Laguista, esto es del
grupo de Lagos, jefe de la mafia que en 2003 secuestró,
torturó y descuartizó al ingeniero Daniel Figueroa
de la Fuente. Entonces Lagos convino con Pablo Longueira para
que gobierno y oposición, Corte Suprema y medios callaran
el mas horrendo crimen de la democracia post Pinochet, crimen
cuyo móvil no fue político si no, comercial:
para esconder la corrupción de Lagos y sus secuaces
y para culpar a Daniel de los dineros faltantes. El mas ruin
de los móviles.
Con el acuerdo Lagos - Longueira para dejar impune el crimen
de Figueroa, acuerdo que incluyó declarar prescritos
los delitos en el financiamiento de campañas electorales
habidas hasta ese momento e imponer numerosas disposiciones
legales convenientes a la oligarquía, Daniel Figueroa
comenzó a gobernar y seguirá haciéndolo
hasta que se castigue a Lagos y Longueira y a todos los involucrados
en el encubrimiento de este gravísimo delito de lesa
humanidad y, por ello, imprescriptible.
Nada se gana con luchar contra una fronda de cómplices
unidos por la omertá si no se corta el nudo que los
amarra. Si no se los desnuda. Si no se hace desaparecer la
inmensa cohesión que les da la complicidad y la desesperada
necesidad de continuar impunes.
El paso indispensable para terminar con los acuerdos entre
gallos y medianoche y con el diferimiento de toda reforma
o cambio al sistema de saqueos imperante en Chile es hacer
Justicia en el Caso Figueroa y terminar con la mayor Asociación
Ilícita de la historia de nuestro país.
Sin Justicia no hay Democracia.
La falta de democracia derivada de la falta de Justicia no
se manifiesta tan descarnadamente como una dictadura, pero
se da con igual eficacia.
Nada se saca con luchar contra los síntomas. Es necesario
terminar la enfermedad
Cordialmente
Antonio García Varela, ingeniero, escritor.
Denunciante de Lagos, Longueira, Insulza y
otros, ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, por
el descuartizamiento de Daniel Figueroa y por el encubrimiento
del crimen.
Autor de obras como:
"STOP GATES NOW. Microsoft, primer monopolio global".
(Madrid, 1999)
"GENSERICO, rey de los vándalos". (Valencia,
2007)
"LA VIA CHILENA AL SOCIALISMO. Corrupción y Distribución
del Ingreso en el gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006)"
(Valencia, 2011)
Información de soporte:
Por qué exigir Justicia
para Daniel Figueroa
Paro hasta el Triunfo. El ejemplo
de Panamá
Antonio
García V. (a) Darío Varela
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