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Capítulo 5 del libro "DEMOCRACIA POLÍTICA Y ECONÓMICA. Y LA VÍA CHILENA AL SOCIALISMO"
Autor: Antonio García V. Junio 2011
Editorial Kódigos. Colección Kódigo Visión. 2011.

 

CÓMO DANIEL, EL DESCUARTIZADO, COMENZÓ A GOBERNAR

“La democracia necesita de la integridad como la tiranía de la corrupción”
Mary Wollstonecraft . 1792.

INTRODUCCION
Daniel, contador de la principal universidad del país fue secuestrado, muerto y descuartizado cuando muchos hombres de Lagos eran acusados en un caso corrupción de cien cabezas y mil tentáculos.
Los documentos y la computadora personal que Daniel dejó en lugar seguro al comprender el destino que le esperaba, sirvieron para enjuiciar a Lagos y su “círculo de hierro”, quienes salvaron de la cárcel porque sus delitos milagrosamente prescribieron .
Este crimen de lesa humanidad, inútil intento de silenciar a un hombre valiente y solitario, sigue impune.

RELACION DE LOS HECHOS
El año 2003, cuarto de su período de gobierno, era una tortura para Ricardo Lagos, presidente de Chile, pues todo apuntaba a que no lograría terminar un mandato que debía prolongarse hasta el 2006 .
En 1999, durante la campaña presidencial que lo llevó al poder, Lagos fue acusado por la desaparición de cuatro millones de dólares que el gobierno alemán donó al ministerio de Educación cuando él dirigía esa cartera.
El denunciado optó por callar. No siquiera balbuceó un “yo no me los robé” que, al margen de los hechos es lo que la buena crianza política recomienda.
Tampoco aprovechó la oportunidad para recordar a los electores la grandeza de su gestión a cargo de ese importante ministerio.
En Noviembre del 2002, intentando quitar importancia a los casos de corrupción que ponían en jaque a su gobierno, Lagos declaró que “tanto ruido por veinte mil dólares habla bien de Chile”.
El primero de Diciembre le respondieron por la prensa: “Lo que investiga el juez del caso coimas suma 4.600 millones de pesos, equivalentes a más de seis millones de dólares... No se trata de ruido, sino de muchas nueces.”
Lo que hacía que “Lakes”, como lo llamaban sus más próximos, se sintiera al borde del abismo al despuntar el 2003, no era la corrupción ya imposible de esconder, si no un pequeño error que habían cometido sus hombres en el afán de encubrir los delitos que venían cometiendo desde que Lagos, al dejar el Ministerio de Educación, pasó a ser Ministro de Obras Públicas.
El agobiado Presidente recordaba perfectamente al gordo Figueroa, contador de la Universidad de Chile. Incluso tenía la idea de que era pariente o protegido de su propio primo político, Matías de la Fuente, temido Jefe de Gabinete de su gobierno hasta que comenzaron a estallar los escándalos.
El gordo firmaba por la Universidad los cheques para mover los recursos de los Convenios que la Universidad mantenía con el Ministerio de Obras Públicas de Lagos y para hacer pagos ilegales a connotados políticos, entre ellos al propio Matías.
La segunda firma de esos cheques, la del Ministerio, era responsabilidad de Guillermo Díaz, joven ingeniero del entorno de Lagos.
Los Convenios permitían que la Universidad de Chile recibiera dinero de los contratistas de Obras Publicas para pagar a los fiscales, inspectores y demás funcionarios responsables de controlar la calidad de las obras, de aprobar las facturas presentadas por los contratistas y de autorizar los pagos que les hacía el Ministerio de Lagos a cuenta de los trabajos ejecutados y de algunos sin siquiera ejecutar.
Además, todos los meses con ese dinero se hacían pagos ilegales a cada uno de los ministros de Lagos, sin excepción.
Esto de que los contratistas contribuyan con fondos para pagar a los ministros y a quienes los fiscalizan en representación del Estado, calza perfectamente con la singular idiosincrasia local.
En los demás países nadie crea canales para que los contratistas sobornen a las altas autoridades del estado y a sus fiscalizadores. Tristemente dejan a los pobres contratistas abandonados a su propia iniciativa.
En el Chile de Lagos se intenta dar visos de legalidad al tradicional acto de corrupción mediante el cual el contratista soborna al representante del estado para no cumplir del todo sus obligaciones, para cobrar un precio mayor que el originalmente convenido o para cobrar sin siquiera realizarlo.
En el “socialismo a la chilena” de Ricardo Lagos, son los hombres del entorno de Lagos, el ministro de Obras Públicas y otros altos funcionarios de la unidad de “Concesiones” quienes piden dinero a los contratistas para distribuirlo entre los ministros y las personas que fiscalizan a los donantes.
Según confesara el Ministro de Obras Públicas, Carlos Cruz , durante los juicios que debió soportar a raíz de los papeles que dejó “el descuartizado” y en los que fue condenado por imponer exacciones, el gobierno de Lagos incluso envió un emisario a México a pedir dinero a los directivos de la empresa Tribasa, a la que Lagos como ministro había otorgado concesiones a pesar de tratarse de un contratista de malos antecedentes, como muchos a las que Lagos otorgó Concesiones. Tal vez no se deba decir “a pesar de” si no “precisamente por”. Y el poderoso Matías de la Fuente recibió conforme y autorizó el pago de las obras mal hechas e inconclusas que Tribasa construyó en Chile .
Una vez que el contratista acepta este modelo que le parece caído del cielo porque le permite sobornar desde el ministro hacia abajo sin tener que ensuciarse las manos, los hombres claves del gobierno de Lagos le indican cuáles son las empresas Consultoras con las que debe contratar la ejecución de trabajos que esas Consultoras nunca ejecutarán y por los cuales el contratista pagará grandes cantidades de dinero que luego será repartido entre los propietarios de la empresa Consultora y los hombres de Lagos.
Esta figura permite a cada empresario que contrata con el estado decirse a sí mismo que él no es corrupto ni corrompe a nadie. Que incluso colabora con el Estado para que los empleados públicos que fiscalizan las obras reciban una remuneración cónsona con sus altas responsabilidades.
Es oportuno aclarar que Chile es el único país del mundo donde todos los que tienen el dinero suficiente para serlo, son honestos sin excepción.
En Chile tanto importa parecer honorable que los domingos, en las iglesias católicas que frecuentan las personas de clase media y alta, todos los asistentes, sin que nadie se abstenga de hacerlo, forman interminables lentísimas colas para comulgar y muy especialmente para ser vistos comulgando. La comunión es en Chile como el entreacto de los teatros elegantes de Milán, Italia, donde lo que se disfruta no es la obra si no el entreacto. Quiénes y cómo están. Con quién andan y con quién conversan.
En las misas de las iglesias católicas de Santiago, más modestas mientras más ricos son sus feligreses (un buen ejemplo es la de “El Golf”, construida en terrenos de miles de dólares el metro cuadrado y cuyos ventanales en lugar de artísticos vitrales tienen vidrio transparente de segunda clase obtenido en alguna demolición) nadie se atrevería a no comulgar. A parecer no tan sagrado, no tan en estado de gracia, no tan perfectamente impoluto como todos los demás.
Esta figura del soborno masivo organizado por el gobierno permite a los ministros, a los acólitos de Lagos y a los fiscales del Ministerio de Obras Públicas (MOP) recibir del contratista dinero que supuestamente viene de manos de su patrón, el Estado.
Y aunque los beneficiados afirman que es una figura legal, todos los ministros de Lagos callan y esconden el hecho para aparecer ante sí mismos y ante los demás como ciudadanos honorables que se sacrifican para recibir por vía excepcional, clandestina y en efectivo, a lo narco, entre quinientos (500) y tres mil (3.000) dólares mensuales, dinero que según la concepción de Lagos llamada “socialismo a la chilena”, les corresponde en justicia percibir.
Una de las empresas encargadas de recibir dineros de los contratistas a cambio de no hacer nada más que repartirlo entre los que están en el esquema criminal, es el Instituto de Economía de la Universidad de Chile (IDECON).
El Instituto devuelve el dinero a los hombres del MOP a través de “Convenios” entre el Instituto y el MOP, cuyo dinero maneja el gordo Daniel Figueroa siguiendo religiosamente instrucciones de Díaz, angelical querubín enviado por el dios Lagos.
Pero Daniel cuida guardar copia de cartas y recibos y conserva en su computador el detalle de esas “platas” que teme que cualquier día le reclamen que él se las ha quedado.
Los hombres del gobierno de Lagos que solicitan dinero a los contratistas aducen que es para ser entregado a quienes fiscalizan sus obras, en calidad de “complemento” de sus remuneraciones.
Argumentan que el rígido sistema de sueldos de la administración pública no permite pagar a esos fiscales una remuneración cónsona con el gran sacrificio que hacen inspeccionando las obras durante extensas jornadas de veinticuatro horas diarias a lo largo de todo el año, sin vacaciones ni domingos ni festivos.
Esos abnegados fiscales que pasan el fin de semana en la Serena o más al Norte (por ejemplo Miami) durante el invierno, o en Pucón o más al sur durante el verano, han estado el año completo sin un solo día de enfermedad o descanso, controlando, pagando y recibiendo a satisfacción la obra que el contratista ejecuta para el Estado. Así lo acreditan las fechas de los documentos mediante los que certifican a diario la obra ejecutada y autorizan su pago.
El Ministro recaudador no dice al contratista que el grueso de las donaciones serán para él y los demás ministros. A buen entendedor pocas palabras.
Esta sofisticada figura permite que el funcionario no se considere corrupto, porque recibe dineros por canales supuestamente “legales”, y que el contratista esté exento de culpa porque hace pagos a terceros para que éstos se encarguen de aceitar la máquina del estado.
Como luego demostraron los tribunales, no todo el dinero que salía del Ministerio de Lagos y pasaba por las manos de Figueroa y Díaz llegaba a los ministros y fiscales. Parte de él se adhería a las manos de Díaz y demás operadores del sistema.
Tampoco los contratistas se limitaban a pagar solo esas sumas a los hombres del ministerio y muy especialmente a los del entorno de Lagos. Los sufridos contratistas pagaban un poco por la vía del socialismo a la chilena y mucho más por las vías habituales.

MODELO DEVASTADOR PARA EL PAIS
La pregunta que surge es ¿qué pretendía Lagos con este esquema criminal, con este modelo de corrupción tan poco eficaz, tan infantil y destructivo, tan devastador de todo el sistema de obras públicas del país?
¿Por qué devastador para todo el sistema?
Porque indujo a que durante el gobierno de Lagos se recibieran y pagaran autopistas no construidas.
A que se ejecutaran obras con tantos vicios ocultos, tan mal supervisadas, realizadas con tanta desidia y complicidad que, por ejemplo, la pista de concreto del aeropuerto internacional de Santiago se desintegró a los quince días de inaugurada, al cabo de los cuales hubo que rehacerla y volver a pagar por ella.
Quince días después de inaugurada, la pista de aterrizaje del principal aeropuerto del país comienza a deshacerse como si fuese de arena .
Para que pueda fallar el concreto de una pista de aterrizaje o de cualquier obra importante, es necesario que sean muchos los que están coludidos en la estafa.
De cada camión de concreto premezclado se toman muestras que más tarde se cargan hasta la rotura en ensayos de laboratorio que se efectúan a los tres, ocho y veintiún días de elaborado el concreto. Esos ensayos indican con precisión la resistencia del concreto que llevaba cada camión. Las muestras que se toman son marcadas con códigos que permiten saber de qué camión se trataba y en qué parte de la obra se empleó el concreto.
Las partes involucradas (proveedor, contratista e inspector) guardan ejemplares de esas muestras, de modo que si, al romperlo, algún cilindro falla bajo una carga menor de la esperada, lo que evidencia mala calidad del concreto, la parte que lo ponga en duda puede ensayar los cilindros adicionales que conserva y convencerse de que ha habido un fallo, o demostrar que no fue así. Y si se determina que en efecto ha habido un fallo, esas muestras permiten determinar en qué parte de la obra se empleó ese concreto, hacer pruebas de calidad en sitio y reparar lo obra o demolerla según sea la gravedad del caso.
La falla catastrófica e inmediata de una obra tan fácil de ejecutar como el piso de una estructura o de un aeropuerto solo puede derivarse del empleo de concreto de muy baja resistencia. Ese concreto debió haber sido fabricado empleando ocho a diez sacos de cemento por cada metro cúbico de concreto. Pero en el aeropuerto de Santiago el contratista, con la anuencia del fiscal y demás sobornados, solo utilizó cuatro o cinco sacos. Se ahorró 50 sacos de cemento por cada camión de concreto. Un total de 750.000 sacos en toda la pista. Dos millones de dólares en toda la pista. El sobresueldo de los quince ministros de estado durante todo el gobierno de Lagos. Solo en esa pista y solo en esa obra, una de las muchas obras del comprensiblemente faraónico gobierno de Lagos.
Si en el aeropuerto de Santiago nadie dijo nada ni se reparó nada cuando las muestras de concreto evidenciaron que no se había empleado cemento suficiente, fue porque las partes, contratista y representantes del estado, tan acostumbradas a estafar a la nación sin ser descubiertos, se dijeron que incluso con ese concreto de pésima calidad la pista resistiría el peso de los aviones porque el concreto que exige el proyecto es más fuerte que lo necesario, ya que los ingenieros que diseñan las obras solo se preocupan de cuidar su trabajo.
Cuando la obra recién inaugurada se rompe en pedazos y se produce la filtración a los medios, el ministro llama al empresario donante, y le dice: “¿Leyó la prensa de hoy, don Fernando?... Por favor resuélvame el asunto … Si, don Fernando… No, don Fernando….por supuesto… Yo entiendo que bastaría con que prohibiésemos que los aviones utilicen la pista, pero Ud. sabe… la TV, los periodistas… Por supuesto, don Fernando, páseme una factura como si se tratara de una nueva obra … Pero no se demore, por favor, que podemos tener un problema de imagen”.
El caso del aeropuerto es uno entre muchos:
“A la altura del Km. 770 de la Ruta 5 Sur, entre Temuco y Valdivia, el concesionario no construyó dos de los cuatro canales de circulación. El Ministerio de Lagos recibió la obra sin contar las vías, y aceptó que la autopista se estrangule a lo largo de tres o cinco kilómetros, con el tráfico de ida y regreso ocupando el mismo par de canales.”
Eran cuatro canales de circulación. Solo se construyeron dos. El gobierno pagó al Concesionario por la construcción de los cuatro canales. Los muertos en ese estrangulamiento de una autopista, a la entrada de un puente y con escasa señalización porque no es de buen gusto poner un aviso “Peligro. Ud. está entrando a una zona donde nos robamos la mitad de la autopista”, son parte del precio que Chile paga por la corrupción de Lagos.
¿Pretendía Lagos, con su esquema de imponer exacciones a los contratistas, generar corrupción de alcance limitado?
¿Fue que los contratistas hicieron ver a Lagos que es injusto pagar tan poco a los fiscales y entonces las partes convinieron que el Ministerio de Lagos diseñaría una figura para que se pudiera hacer justicia?
Durante su gobierno, los más variados grupos corporativos siempre pudieron convencer a Lagos de los más diversos despropósitos y consiguieron asombrosos privilegios (Privi lege. Ley privada. Ley a la medida del interesado).
¿Es que Lagos es tan cándido que cualquiera puede convencerlo de cualquier cosa?
¿Es que es tan inocente que era seducido a su pesar por los astutos empresarios?
El modelo de Lagos para el pago de “coimas” auspiciadas por el estado pronto fue bendecido por el Director Nacional del Servicio de Impuestos Internos, Juan Toro, quien una vez descubierto el esquema criminal que los indujo a secuestrar al gordo Figueroa, a quién descuartizaron y además probablemente metieron en ácido, como en las películas, emitió un dictamen estableciendo que esas “coimas”, así se llama en Chile a los pagos ileales, no están sujetas al impuesto sobre la renta. No solo son legítimas: además son libres de impuestos.
Los pagos que se hacen todos los meses, en efectivo y sin recibo alguno a los ministros y a los fiscales que velan por los intereses del Estado, son legítimos y libres de impuestos. Tres mil dólares mensuales libres de impuestos para cada ministro equivalen a 6.000 dólares de ingresos mensuales declarables. Socialismo a la chilena.

LA MAGISTRADA ANA GLORIA CEVESICH
Estos hechos tan asombrosos fueron dados a conocer primero por el juez Alejandro Rivera y luego por una juez, hermosa, honorable, siempre tan impecablemente vestida como cuidadosa de sus palabras y sus actos, execrada e insultada por Lagos y los suyos, por su esposa y sus ministros .
Ella, con su figura, su decencia, su estilo, su humildad, el estoicismo con que soportó los ataques de sus pares y del gobierno incluso durante los tristes días en que perdió a su esposo, quien la trasladaba a diario hasta su trabajo en los tribunales, era por sí misma y por sí sola un insulto para Lagos y los suyos, todo oscuridad, cinismo y componendas.
Ante estos hechos, ¿dónde estaba la oposición en un país supuestamente democrático en que gobierno y oposición además tienen fuerzas electorales equilibradas?
¿Por qué la oposición no aprovechó el momento cuando el juez Rivera tuvo lo que en Chile se consideró la osadía de sentenciar que no solo quienes idearon el esquema criminal habían incurrido en delito si no también quienes habían recibido subrepticiamente el dinero en efectivo?
Al lector le parecerá obvio lo que sentenció Rivera. Pero que en Chile un juez se atreva a sentenciar en justicia en contra de los poderosos supone un acto de insurrección que lo hace acreedor de un castigo ejemplarizante.

EL ACUERDO LAGOS LONGUEIRA
¿Por qué la oposición no aprovechó este manjar que se le ofrecía y se abstuvo de atacar a Lagos y sus hombres?
El motivo en este caso es el mismo que indujo al gobierno y la oposición a otorgar impunidad a muchas otras asociaciones ilícitas y hechos delictivos habidos durante el gobierno de Lagos: ambas partes estaban involucradas en el esquema.
No solo ministros y principales funcionarios era parte de negocio. También lo eran los más importantes contratistas de construcción, empresarios con intereses en diversas áreas de la economía y grandes sostenedores de los partidos y parlamentarios de la oposición.
Acostumbrado a insultar y amenazar para imponer su autoridad, a principios de 2003 Lagos callaba y se escondía en el “Palacio de La Moneda”, como acertadamente se llama el palacio de Gobierno de Chile.
Porque en Chile es oficial lo que en otras latitudes es más sutil: “La Moneda” es el centro del poder. La Moneda manda.
“Cuando el dinero habla las tonterías callan” se afirma en el país americano cuya moneda lleva el lema: “En Dios confiamos”. No precisa esa moneda en cuál de los dioses que se adoran, respetan o desprecian, los diversos ciudadanos sin embargo confían. El asunto invita a pensar si también aquí ocurre que “el medio es el mensaje”: que la propia moneda es el único díos que los une y en el que confían.
En Chile “La Moneda” representa y ejerce el poder sin restricciones.
A principios de 2003, la oposición temía que tomar las medidas necesarias para castigar la corrupción pudiera amenazar la gobernabilidad, porque si bien los corruptos que reciben el dinero son del gobierno, los que lo aportan y cobran por las obras que hacen mal y aun por las que no hacen, son insignes comulgantes a diario que, en estado de gracia, financian tanto al gobierno como a la oposición. Entonces, para evitar un riesgo mayor y en aras de los altos intereses de la patria se acercaron a La Moneda y se hicieron parte de un gran “Acuerdo Nacional”.
El plan era poner término a la sensación de que Chile se ahoga en corrupción. Legalizar lo actuado y, de paso, conseguir que los empresarios obtengan grandes beneficios que mantengan la armonía, la debida proporción entre lo que corresponde que ganen ellos y las migajas que deben recibir sus empleados, líderes políticos de oposición y de gobierno.
Además, incluirán en el Acuerdo disposiciones que eventualmente pudieran resultar en beneficio del país para que no se diga que todo fue una simple componenda para asegurar la impunidad de los involucrados y para seguir transfiriendo los recursos de todos a manos de unos pocos.
Entonces se incluyó en el Acuerdo la creación de un Sistema de Empresas Públicas (SEP) y dar algunos pasos hacia la transparencia en los actos de gobierno.
También se incorporó el instrumento habitual para garantizar impunidad: la prescripción de delitos. En este caso quedan prescritos “los posibles delitos cometidos antes del año 2003 en el financiamiento de las campaña políticas”.
Como el año está recién comenzando, con la firma del Acuerdo prescribe todo delito que pueda enmarcarse dentro de esta amplia tipificación y que se hubiera cometido hasta pocos días antes de firmado. En resumen, todo lo que hemos hecho hasta ayer, ustedes para estar en el gobierno y nosotros para liderizar la oposición no constituye delito.
Con respecto a la transparencia en los actos de gobierno, se conviene ponerla en práctica una vez terminado el período presidencial que intentan salvar, porque permitir la entrada inmediata de luz exterior podría cegar e incluso matar a Lagos y a los sujetos que lo rodean, acostumbrados a las tinieblas.
Así, el 30 de enero 2003, el ministro del Interior José Miguel Insulza, por el gobierno, y Pablo Longueira, entonces diputado y luego senador de UDI, principal partido de la oposición, suscribieron con gran pompa el llamado "Acuerdo para la Modernización del Estado, la Transparencia y la Promoción del crecimiento del país".
Longueira no solo articuló activamente este Acuerdo que luego mereció criticas de su compañeros de partido quienes le enrostraron haber salvado a Lagos: todavía años después se encargaba personalmente de evitar que las comisiones del Congreso que pretendieron investigar la corrupción de Lagos y su entorno llegaran a alguna decisión contundente.
Poco importaban a Lagos los detalles del “socialismo a la chilena” que se consolidaba con ese Acuerdo. Estaba dispuesto a aceptar lo que fuese necesario para salvar su gobierno y, sobretodo, el pellejo.
Como se esperaba, tan pronto fue firmado el Acuerdo las aguas que llegaban al cuello de Lagos empezaron a bajar rápidamente. El Presidente, si bien todavía no lograba articular palabra, al menos respiraba.

SECUESTRO Y DESCUARTIZAMIENTO DE DANIEL FIGUEROA
Entonces revienta lo del gordo Figueroa.
Durante la tarde del Domingo 13 de Abril de ese año 2003, el año horrible del presidente socialista, Jorge Lobos, de 12 años, y los hermanos Javier y Michell Bugeños, de 16 y 13 años, mientras jugaban consiguieron entre las piedras un pantalón de tela color beige del cual cayó algo que resultó ser un llavero. El hueso que detuvo su caída parecía ser parte de un cráneo humano. Era el primero de los diecinueve huesos que hasta hoy es lo único que se ha conseguido de Figueroa.
El 21 de diciembre del 2002, ciento trece días antes, Daniel, 62 años, casi 1,80 mts de estatura, ligeramente obeso, padre de dos hijas de Irma, su segunda y joven mujer, ingeniero químico, hasta pocos años antes hombre alegre y sociable, salió de casa de buen ánimo a depositar unos cheques y reunirse con su primo Juan Pablo Figueroa . Ni depositó los cheques ni se sabe qué fue de él durante los cuatro meses transcurridos hasta la aparición de sus huesos.
La cédula y su llavero acompañaban a unos pocos huesos. ¿Dónde estaba el resto del cuerpo? ¿Cómo artículos tan personales y que ayudarían a su inmediata identificación lograron mantenerse junto a esos huesos de los que huyeron la carne y el resto del cuerpo desmembrado de Daniel?
¿Cómo salió tan impecablemente y en tan corto tiempo la carne de los huesos de Daniel?
¿En los bolsillos de quién anduvo su cédula durante esas dieciséis semanas?
¿Por qué sus ropas no denotaban el paso del tiempo y sin embargo sus carnes desaparecieron?
El 25 de Diciembre, después de esperarlo cuatro días y la Nochebuena, su mujer, Irma de las Mercedes Urrutia, denunció ante la policía la presunta desgracia.
A partir de entonces el teléfono de casa de Daniel comenzó a sonar con frecuencia. Cuando lo atendían, nadie hablaba. Era el amanecer del terror. Un terror que llegó a ser tan grande que Irma, que algunas veces me atendió al teléfono y se mostró dispuesta a reunirse conmigo, jamás se atrevió a hacerlo.
Tanto el terror que cuando supo que Roberto Celedón, el abogado que la defendía en el caso del descuartizamiento de su esposo también oficiaba como abogado de uno de los acusados (Joel Muñoz) por los documentos que dejó el descuartizado, Irma se resignó a dejar el caso en manos de Celedón , renunciando así en la práctica a su derecho a justicia.
Daniel, testigo potencial de primera magnitud se desvanece en medio de una investigación que adelanta Chevesich en la cual a la fecha de la aparición de los huesos de Daniel ya estaban sometidos a juicio por corrupción el propio Ministro de Obras Públicas de Lagos, dos ex decanos de Economía de la Universidad de Chile, la principal del país, y otras cincuenta y siete personas.
Y todavía pocos sabían que parte del dinero que salía de manos de Daniel eran para Matías, primo de Luisa, esposa de Lagos.
Pero ¿por qué dejar, intacta, junto a los diecinueve huesos, uno de ellos un fragmento del cráneo, la cédula de identidad, el documento de identificación de Daniel?
¿Fue el ahora aterrorizado Lagos quién en un arranque de euforia de poder y según su habitual pretención de actuar de modo ejemplarizante autorizó que se dejara la cédula de identidad sobre los huesos del descuartizado para dar una señal categórica a todo aquél que pretendiera, como Daniel, denunciar los delitos del Presidente y su entorno?
¿O simplemente alguno de los esbirros que implementaron la “solución” consideró oportuno aprovechar el esfuerzo realizado y darle carácter de terrorismo de estado mediante el sencillo expediente de identificar abiertamente al descuartizado, lo que impondría el silencio a los mil otros Daniel que andan por ahí con documentos capaces de causar daño a la imagen del Presidente, del probo entre los probos?
Algunos huesos abandonados a la vista de todos y acompañados de la cédula de un desaparecido puede ser un hecho común durante una dictadura, aunque no por ello menos inaceptable.
Pero se trata de un hecho de infinita gravedad cuando la víctima es testigo principal de un caso que afecta directamente al presidente de una República democrática. Y más si involucra nada menos que a Ricardo Lagos, paladín de la democracia, sujeto que rasgó vestiduras ante la prácticas inhumanas del dictador pinochet y que saltó a la fama apuntándolo imaginariamente con su índice mientras era entrevistado en un programa de TV. Político que jugó mil veces con el sentimiento de los familiares de los detenidos desaparecidos solidarizando con ellos y enrostrando crímenes a la dictadura de pinochet, aunque jamás contestó la denuncia de que también desapareció más del noventa por ciento de los millones de dólares que los países de Europa donaron al partido de Lagos para ayudar a los exiliados de la dictadura.
Paralizado ante los huesos candentes de Daniel, el país esperaba una pronta reacción del gobierno en busca de justicia.
Muchos creíamos que Lagos era inocente y que cuidaría demostrarlo con la mayor diligencia.
No tardaron las autoridades judiciales en enviar a USA los restos encontrados, buscando confirmar con pruebas de ADN la identidad de Daniel.
Bien podía ser que se tratase de los huesos de un desaparecido de la dictadura y que alguien hubiera incurrido en el macabro juego de tirar entre ellos el llavero y la cédula de identidad de Daniel, que se había suicidado.
O que por asombrosa coincidencia los que secuestraron a Daniel hubieran tirado su llavero y la cedula en un lugar en el que justamente se encontraban huesos de un desaparecido de la época de la dictadura.
Los que queríamos creer en la inocencia de Lagos éramos capaces de imaginar las más asombrosas coincidencias antes que aceptar que un hombre con la estatura moral de Lagos pudiera estar involucrado en un descuartizamiento.
Y mucho menos probable parecía que pudiera estarlo no por superiores razones políticas, las que a los ojos de algunos justifican cualquier atrocidad, si no por las muy pedestres razones de pretender ocultar que él y sus amigos habían implorado comisiones a quienes ejecutaban las obras inicialmente del Ministerio que ocupaba y ahora de la República que preside.
Cómo se habrán reído los autores intelectuales y sus sicarios, los autores materiales del hecho, pensando que los seguidores de Lagos todavía abrigábamos la esperanza de que esos huesos no fueran de Daniel.

EL DESCUARTIZADO ES SOLO UN SUICIDA
Tan pronto los exámenes de ADN confirmaron que los huesos eran de Figueroa el gobierno de Lagos comenzó nuevamente a tambalear .
Cada día parecía más probable que Lagos sería procesado por los delitos cometidos cuando fue ministro de Obras Públicas y por el descuartizamiento de Daniel Figueroa.
Pero pronto, para confirmar la extraordinaria complejidad de la sociedad chilena, los dos principales periódicos del país, “El Mercurio” y “La Tercera”, comenzaron a afirmar, sin asomo de duda, que Daniel, el hombre algunos de cuyos huesos habían aparecido, se había suicidado.
¿Qué duda podía caber de que se trataba de un suicidio si él “siempre” había sido un “bipolar con tendencia a la autodestrucción”?
Y lo del evidente “suicidio” se machacaba sobre la opinión pública nacional aun cuando ninguno de esos brillantes periodistas lograba desarrollar una teoría que permitiera explicar cómo había hecho Daniel para suicidarse y luego destruir algunos de sus propios huesos, reunir diecinueve piezas, algunas enteras y fragmentos de otras y tirarlos en una zona que el suicida frecuentaba, acompañados de su propia ropa vacía, la cédula de identidad y también el llavero por si se perdía la cédula.
Pero en un país de poetas, los periodistas, muchos de ellos casi poetas, son capaces de imaginar cualquier cosa y de hacer abstracción de esto y mucho más para explicar los hechos que sus patrones les ordenan explicar.

¿POR QUE LO MATARON?
Lo mataron para inculparlo de haberse quedado con el dinero que se habían robado los hombres de Lagos, ya que parte del dinero recaudado gracias al modelo del Socialismo a la Chilena iba para fines políticos (financiamiento de la campaña de Lagos) y parte muy importante se lo robaban los secuaces de Lagos que esperaban, al desaparecer Daniel, poder afirmar que fue éste quien se quedó con esos dineros.
Pero Daniel dejó las pruebas a buen recaudo, de modo que sujetos como Matías de la Fuente, Guillermo Díaz y Carlos Cruz, entre quienes debe buscarse a los autores intelectuales del crímen, fueron condenados por haberse robado ese dinero de cuyo robo pretendían, al asesinarlo, poder inculpar a Daniel.

¿POR QUE LO DESCUARTIZARON?
¿Para esconder que lo torturaron buscando saber dónde había escondido los papeles que luego llegaron a manos de la justicia y sirvieron para llevar a la cárcel por corrupción a algunos ministros y otros colaboradores inmediatos de Lagos, y que no llevaron a la cárcel al propio Lagos porque sin razón alguna las cortes declararon prescritos los delitos que él había cometido?

DANIEL COMIENZA A GOBERNAR
Al ver tambalear al Presidente, los principales actores políticos de Chile convinieron incluir el horrendo crimen en el ya mencionado Acuerdo Nacional de impunidad.
La derecha política y económica no se atrevió a permitir que se hiciera justicia, porque ello implicaba que Lagos renunciara a la presidencia, o fuese destituido, lo que habría originado una crisis institucional y un problema de gobernabilidad.
En ese momento recién comenzaba a asomar ChileVé, el partido político que intentaba formar el entonces popular senador Nelson Avila, hombre de aspecto quijotesco que recién elegido diputado había saltado a la fama local escribiendo versos a Lady Di y que había logrado consolidar su popularidad apoyando a grupos que luchaban aquí y allá contra los más diversos abusos. Durante esos días en que las virtudes de Avila lo hacían “presidenciable”, la derecha temía que una tercera vía diera por tierra con el modelo político bipartidista y multicómplice imperante en el país.
Para lograr el milagro de salvar el tambaleante gobierno, Lagos y la oposición llegaron a un acuerdo que dejó impune el asesinato y descuartizamiento de Daniel Figueroa de la Fuente.
La oposición, aún cuando puede alegar que entró en ese contaminante y contagioso entendimiento por el alto interés de la patria o al menos en pro de lo que consideraba necesario para el país, pronto pudo constatar que una cosa es tener las manos manchadas con sangre de una dictadura fuera de todo control legal y otra muy distinta encubrir el asesinato de un testigo que, después de muerto, aportaba pruebas de numerosos delitos en los que estaban involucrados importantes empresarios y buena parte de los altos funcionarios de un gobierno democrático.
Muy pronto la oposición se vio enredada en los tentáculos cada vez más numerosos, concretos y fuertes que surgían como por encanto de algo abstracto como es haber aceptado hacerse cómplice del encubrimiento, ni siquiera del crimen, solo del simple encubrimiento del asesinato y descuartizamiento de un sujeto sin dinero, con escasa familia, casi un desconocido, el propio don nadie en opinión de muchos poderosos.
Lagos y su equipo sí sabían, cuando negociaban el acuerdo de esta pequeña impunidad complementaria, que la situación era muy compleja: o lograban meter de vuelta el espíritu de Daniel en la lámpara de Aladino de la derecha o ese espíritu se haría más grande que el fantasma del padre de Hamlet.
Sabían que si se lograba inocular el virus de ese encubrimiento en los partidos de la derecha chilena, la enfermedad se propagaría por sus filas como ya lo había hecho en las del gobierno. Entonces también la oposición se vería impedida de actuar ante otros mil hechos de corrupción de los que tuviera noticia, e inducida a participar por acción o por omisión en otros en los que estuvieran involucrados sus cómplices.
Pronto también la oposición haría suyo el slogan del socialismo a la chilena: “los paños sucios se lavan casa”. Lo que significa que si conoces de algún delito que esté cometiendo alguno de los nuestros solo puedes hablarlo con nosotros, tus compañeros, tus socios.
Lo que no sabe el que cree en la vía de lavar los paños en casa, es que si los paños son muy sucios y su intención de lavarlos es muy profunda, muy determinada, entonces los de casa adoptan la solución que usaron con Daniel.
En lo que respecta a los empresarios, a los dueños de los medios que tendrían la misión de cumplir con la tarea de callar el crimen de Daniel, los periódicos y canales de TV que sería necesario que “editasen” durante años el porfiado rebrote de la noticia, pues llaman “editar” a censurarlas internamente para cumplir con las políticas o acuerdos convenidos por los propietarios del periódico o del canal de TV, no era necesario preocuparse demasiado. Esos empresarios, como muchos de ellos en Chile, ya están en algunos negocios de “la casa”, de “La Moneda” o de algunos de sus largos infinitos tentáculos, o son susceptibles de extorsión por los temidos medios empleados al efecto: el Servicio de Impuestos Internos (SII) y la BRIDEC (Brigada contra los delitos económicos).
Mediante un acuerdo que dejó la política chilena tanto o más contaminada que el aire que también por simple corrupción se respira en su capital, la oposición se comprometió a dejar impune el descuartizamiento de Daniel.
A cambio de ello Lagos se obligó a tramitar por fin el paquete de medidas económicas muy favorables a la oligarquía chilena incluidos en el Acuerdo Nacional suscrito en Enero por Insulza y Longueira cuya tramitación se empantanaba en el Congreso precisamente a la espera de agregar algunos otros beneficios para el gobierno a cambio de los deseos más acariciados por los grandes empresarios.

ACUERDO PARA EL ENCUBRIMIENTO DEL CRIMEN
Pero … ¿existió realmente ese acuerdo de actuar como si Daniel jamás hubiera existido y, a cambio de ello, imponer con mas fuerza el neoliberalismo sin contrapesos característico del socialismo a la chilena?
La existencia del acuerdo es fácil de demostrar.
La prueba irrefutable de que el acuerdo se refiere a Daniel, el Descuartizado de Lagos, es que se sometió a juicio y se condenó a los implicados en los hechos delictivos demostrados por las papeles que dejó Daniel, pero no se investigó el descuartizamiento del testigo.
Los respectivos expedientes hacen constar el origen de los documentos probatorios, pero sorprendentemente no señalan que el testigo descuartizado los dejó para que también sirvieran de pista para encontrar a sus eventuales asesinos.
La magistrado Ana Gloria Chevesich, todo un personaje nacional a pesar de su mesurada y ejemplar actitud y tal vez justamente gracias a ella, quien investigaba al entorno de Lagos basándose en los papeles que dejó Daniel, ordenó averiguar acerca de la marcha de la investigación acerca del descuartizamiento del testigo principal, hecho poco frecuente.
Su petición permitió saber que, después de un año de encontrados los restos de Daniel, la investigación solo constaba de tres folios . Pero su osadía de mencionar un caso oficialmente inexistente la hizo objeto de agresiones de parte del gobierno. Además, para mayor vergüenza nacional, recibió de sus superiores orden de no adentrar su hermosa respingada nariz más allá de los papeles que dejó el descuartizado de Lagos.
¿Cómo es posible que la Corte Suprema haya castigado a una magistrado de la Corte de Apelaciones por el hecho de solicitar que se averigüe acerca del desmembramiento del testigo principal en un caso que ella lleva?
En rigor, ¿no estaba Gloria Ana Chevesich obligada a exigir esa investigación?
¿No se habría hecho ella cómplice de encubrimiento si no hubiese señalado la obligación de investigar la muerte de su testigo?
Ninguna Corte actuando en equidad podría castigar a un magistrado que procede de tal manera.
Si la Corte Suprema de Chile lo hizo, si la condenó por atreverse a preguntar por el descuartizado, es porque la Corte tenía la determinación de contribuir al encubrimiento de un alevoso asesinato cuyas causas eran fáciles de imaginar, donde los probables asesinos eran pocos, famosos, estaban al alcance de la mano de la justicia y, lo que es más importante, eran de connotada molicie, lo que haría probable una pronta confesión del crimen y sus horrendos detalles e implicaciones.
Es claro que los autores intelectuales del asesinato de Daniel no son sujetos acostumbrados a rigores. Ministros o altos ejecutivos de gobierno, habituados a enriquecerse sin tener que usar pistolas ni sicarios ni camiones para trasladar lo robado, arreglaron las cosas para que algunos ex funcionarios de “La Oficina” o de algún otro cuerpo de seguridad o algún ex miembro de los cuerpos de represión del dictador pinochet le pusieran las manos encima al gordo, intentaran obligarlo a cantar y luego lo silenciaran.
Por otra parte, si los juicios por corrupción siguieron adelante, pero nada se hizo para aclarar el descuartizamiento del denunciante y condenar a sus asesinos, es claro que existió el acuerdo y que éste se limitó a garantizar a Lagos y los suyos impunidad por el secuestro, asesinato y descuartizamiento, pero no por los delitos de corrupción en que habían incurrido.
La siguiente sucesión de hechos confirma que existió el acuerdo:
Tan pronto aparecieron los restos de Daniel, el diario “La Tercera”, uno de los más importantes de Chile y al que Daniel había dejado en custodia copia de los documentos que inculpaban a Lagos y sus hombres, informó que tenía en su poder los documentos que dejó Daniel y acerca del contenido de éstos.
Pocos días después apareció milagrosamente en la entrada de Chilevisión, uno de los principales canales de Televisión del país, intacto como su cédula y su llavero, el computador personal de Daniel.
El canal incluso se apresuró a informar acerca del computador y a ponerlo en manos de la hermosa Gloria Ana Chevesich.
Algunos medios especularon que “La Tercera” era también el depositario original del computador de Daniel, pero que ese periódico no se atrevió a ser quien aportara en exclusiva todos los antecedentes contra Lagos y su entorno y, para compartir los riesgos, endosó parte de ellos a un canal de TV.
Si ese periódico y ese canal corrieron a cumplir con su deber de informar cuando recién aparecieron los restos ¿Qué los hizo luego callar para siempre, mirar a un lado, ignorar las reiteradas denuncias del ciudadano García ? ¿Simple coincidencia u órdenes expresas?
Si el diario “La Tercera” estuvo durante meses (los meses en que Daniel estuvo desaparecido) involucrada en el contraataque póstumo que Daniel había diseñado para el caso en que fuese asesinado y si “La Tercera” se apresuró a cumplir con su parte del trato hecho con Daniel y tan pronto los restos de éste aparecieron hizo públicos los papeles que el descuartizado les confiara … ¿por qué nunca un juez investigó a quienes conservaron esos documentos, nunca se interrogó a quienes los recibieron de Daniel, nunca se quiso saber exactamente con qué palabras Daniel llegó hasta ellos, en virtud de su relación con qué persona de ese periódico Daniel dejó en manos de ellos y no de otros las armas que habría de emplear si no lograba salvar la vida?
¿Por orden de quién el diario “La Tercera”, que saltó de inmediato a entregar las pruebas que podrían permitir la identificación y captura de los asesinos, a las dos semanas de aparecidos los restos comenzó a publicar reportajes sosteniendo que Daniel, el descuartizado, aquél de quien solo se tienen diecinueve huesos era un simple aunque no por ello menos prodigioso, menos imaginativo y todopoderoso suicida quien, no contento con quitarse la vida, después de hacerlo encontró el modo de continuar limpiando de carnes sus propios restos, seleccionando algunos huesos, destrozando la caja de ese maldito cerebro que tanto lo hizo sufrir terrores y que tan profundamente lo metió en problemas, para finalmente dejar solo un trozo de cráneo junto al llavero y la cédula?

LA INCOMPRENSIBLE NATURALEZA DE LA "DEMOCRACIA" CHILENA
Muchas veces ha ocurrido en diversos países que el gobierno y la oposición, con la disculpa de velar por los intereses superiores de la patria, se han coludido para dejar impunes diversos crímenes.
Lo que resulta incomprensible es que en un país supuestamente democrático, donde existe un parlamento con doscientos representantes populares generosamente remunerados, un poder judicial teóricamente independiente y medios de comunicación privados que se jactan de conformar el cuarto poder de la democracia, nadie, excepto la magistrado Chevesich y García, se haya alzado para exigir justicia para Daniel Figueroa.
Que haya delincuentes es comprensible. Que existan políticos y empresarios dispuestos a llegar a cualquier acuerdo para obtener beneficios materiales también lo es. Pero que en una democracia nadie se alce, denuncie, exija justicia, es incomprensible y vergonzoso y hace de Chile un país que es necesario estudiar hasta llegar a comprender su naturaleza y hasta lograr que las generaciones del mañana superen esta condición.
A tal extremo llegó la colusión de representantes, jueces y dueños de los medios, que ya en el año 2005 el presidente Lagos, recuperada la estabilidad de su gobierno, recobró también la voz y comenzó nuevamente a proclamarse paladín de los derechos humanos y hombre honesto a toda prueba. Y nadie excepto García se atrevió a recordarle siquiera algo tan evidente, tan a ojos vista como es que, a partir de Abril de 2003, Ricardo Lagos camina no sin que lo acompañe sombra alguna, como ocurre con Peter Pan, o acompañado de una sola sombra como corresponde a todo ser humano, si no acompañado de dos sombras, la suya propia y la de Daniel, cada día más monumental y heroica.
El olfato político de Lagos, su maestría acerca de la naturaleza del chileno, le permitía percibir que ya nadie tendría el coraje de procesarlo por este gravísimo delito de lesa humanidad.
Lagos y muchos otros políticos sacan provecho de esta oscura naturaleza de la sociedad chilena que llega a extremos tan asombrosos que cuando Lagos amenazó a todos los parlamentarios de su coalición de gobierno con no sacarse fotos con ellos para las elecciones parlamentarias del 2005, ninguno de éstos fue capaz de levantar su propia carrera política prescindiendo de la foto con papá gobernante, descuartizador y paladín de la justicia y los derechos humanos.
A varios de ellos se les dijo en privado: “Es hora de cruzar el Rubicón. Si quieres llegar a ser un gran hombre debes separar aguas de Lagos y atreverte a enfrentarlo”.
-¿El Rubi qué?
Debo aclarar, cuando me refiero a los políticos, que pienso que la política es la más importante de las responsabilidades que debe asumir el ser humano y que éste tiene la obligación moral de hacerlo.
Mientras más políticos tenga un país, mejor. Ojalá cada ciudadano sea un político: un ser comprometido con lo que piensa y que trabaja a tiempo parcial o dedicación exclusiva, honesta y sinceramente por el bien común.
Por otra parte, no todos los congresistas de Chile ni todos los jueces ni todos los políticos están exentos de grandes virtudes. Existen honrosas excepciones.
Pero estas excepciones también callaron ante el descuartizamiento de Daniel Figueroa de la Fuente, ex contador de la principal Universidad del país, principal testigo en el juicio más bullado del gobierno de Lagos. Y su vergonzosa omisión, cualesquiera que hayan sido sus razones, los enloda.
Y no es que hayan callado por olvido o porque mientras otros asuntos los distraían nada ni nadie les recordó tan grave como incomprensible olvido.
No es así porque García se los recordó todos los años, por la radio, la TV y la prensa.
Lo hizo en su condición de simple ciudadano, en su condición de presidente de un partido político con ocasión de su publicitada oficialización ante el Consejo Supremo Electoral, y en su condición de candidato a alcalde de Valparaíso, oportunidad en la que reiteradamente se refirió al asunto ante los medios.
Y en cada una de esas ocasiones fue claro al destacar la indiscutible responsabilidad del entonces Presidente Ricardo Lagos en el asesinato de Daniel Figueroa.
Un ciudadano, el presidente de un partido político, uno de los tres candidatos a alcalde de la comuna más numerosa y talvez la más famosa de Chile acusa reiteradamente al presidente del la República, durante el ejercicio de su mandato, del asesinato y descuartizamiento del contador de la principal Universidad del país y nadie dice ni hace absolutamente nada. Ni siquiera el poderoso acusado, quien debió haber demandado por calumnias al acusador o al menos balbucear un tímido “yo no fui”.
Todos los diputados y los altos magistrados de la república, excepto Ana Gloria Chevesich son en alguna medida culpables de encubrimiento, porque cada uno de ellos tenía la obligación legal de actuar en un caso de tan connotada “noticia criminis” y se abstuvo de hacerlo.
Es oportuno recordar las palabras de García publicadas por los medios durante el gobierno de Lagos y de Daniel El Descuartizado, menos de dos meses después de aparecidos los restos de éste:
“ASESINATO POR ENCARGO.
El presidente de Chile, Ricardo Lagos, en su cuenta a la nación el 21 de mayo de 2003, se refirió a los casos de corrupción que afectan a su gobierno y que han sido titulares en los medios durante el último año.
Dijo que es necesario distinguir entre "corrupción", a secas, y "sobresueldos". Estos corresponden a remuneraciones adicionales pagadas ilegal y subrepticiamente a funcionarios de gobierno.
Condenó la primera y justificó la segunda, dejando en claro que en su opinión los sobresueldos, aunque pagados al margen de la ley y mediante métodos sin duda fraudulentos, no constituye delito.
Si bien la opinión del presidente no resiste el menor análisis legal, podría constituir una señal optimista si se reconoce que con ello el presidente se atreve a adoptar una posición poco conservadora, lo que no deja de ser positivo en un país que algunos consideran el Irán de Occidente.
Lamentablemente el Presidente Lagos no se refirió a una tercera forma de corrupción, la más grave de todas, que reapareció en Chile durante el presente el año, y que está sin duda ligada a las dos anteriores: el asesinato por encargo, con amedrentamiento y dejando pistas cuyo objetivo indiscutible es sembrar el terror.
Su omisión es más sorprendente si se considera que su gobierno es el principal sospechoso de ella y tiene, por consiguiente, la obligación de ponerle término con urgencia para dejar en claro que su condición de presunto culpable es infundada.”
Y también estas otras palabras de García, a fines del mismo mes:
“ChileVé nace para velar por los derechos fundamentales, y al hacerlo le pedimos al Gobierno resultados concretos en los esfuerzos que le corresponde hacer para que no quede sin castigo la muerte de Daniel Figueroa de la Fuente, quien estaba llamado a ser importante testigo en la investigación del caso MOP-CIADE”
Y el propio García, en Junio de 2005:
“LAGOS Y LOS DDHH
El presidente Lagos habla de derechos humanos aunque sabe que, así como van las cosas, también su gobierno pasará a la historia por un caso tan vergonzoso como el que más: el asesinato y descuartizamiento del principal testigo del caso MOP- CIADE, Daniel Figueroa de la Fuente.
Debe recordarse que Figueroa manejaba las platas de estos contratos entre la Universidad de Chile y el ministerio de Obras Públicas, suscritos cuando Lagos era ministro de esa cartera, y por el cual son investigados importantes funcionarios del actual gobierno.
La ministra Gloria Ana Chevesich desarrolla parte de su investigación gracias a los papeles que Daniel Figueroa dejó a buen recaudo por si algo le ocurría.
El año pasado ella ordenó determinar el progreso en la investigación de este caso. Descubrió que, después de un año, el expediente en el tribunal de Puente Alto tenía solo tres páginas: una por cada cien días de investigación.
Hace ya mil días que Daniel Figueroa fuera silenciado y nadie se ha atrevido a encarar esta vergüenza nacional.
El gobierno y la oposición, el parlamento y el poder judicial, con la honrosa excepción de la ministra Chevesich, se hacen los desentendidos.
No hay madre que pida justicia para Figueroa, ni Plaza de Mayo en este país de cómplices.
Es necesario que se nombre un ministro en visita responsable de esclarecer este horrible asesinato.
Mientras este crimen no sea siquiera investigado, el presidente Lagos no tiene autoridad moral para hablar de derechos humanos o de imagen país.”

EL GOBIENRO DE LAGOS Y DANIEL EL DESCUARTIZADO
Y así, no se sabe si meticulosamente planificado o por imperdonable descuido, nació el gobierno de Lagos y de Daniel El Descuartizado, porque a partir de abril de 2003 Daniel comenzó a gobernar.
Las más importantes medidas económicas del gobierno de Lagos se tomaron, gracias a Daniel, para conseguir que la derecha política y la derecha económica aceptaran silenciar el asunto. Para que los periódicos, las radioemisoras y los canales de TV callaran. Para que parlamentarios y jueces se abstuvieran aquéllos de exigir y éstos de impartir justicia.
Daniel gobernó porque las complicidades amarradas para iniciar el encubrimiento fueron creciendo y multiplicándose al extremo que sin duda hubieron de tenerse en consideración cuando se tomaron las más importantes medidas del gobierno de Lagos e incluso cuando se designaron los candidatos presidenciales para suceder a Lagos.
Y Daniel siguió gobernando mucho después de la salida de Lagos, como quedó demostrado en el año 2008, cuando la derecha política, al ver que Lagos pretendía postularse para suceder a Bachelet como presidente de la República, se le acercó calladamente y le recordó que él, desde mediados de 2003 es un discapacitado político sin derecho a papel protagónico alguno.
Lagos y sus hombres deben saber que no habrá prescripción ni impunidad en el descuartizamiento de Daniel: se trata de un crimen de lesa humanidad, de un caso de terrorismo de estado no por razones políticas si no para el encubrimiento de delitos simples de corrupción, y por ende serán investigados y habrá luz sobre los ciento trece días transcurridos desde que despojaron a Daniel de su derecho a la libertad, hasta que mostraron algunos de sus huesos y bienes personales para enseñar que Uds. sí son duros, que con Uds. nadie puede meterse, que descuartizan, limpian huesos en ácido y luego ponen todo en vitrina, cédula de identidad y llaves de casa incluidas, para que los que andan por ahí creyéndose valientes, se abstengan de saltar al ruedo.
Que la clase política y económica chilena cierre filas para dejar impune este horrible asesinato es repulsivo e inmensamente dañino para el país.
Permite que los asesinos de Figueroa queden impunes a pesar de la gravedad de sus delitos: secuestro, tortura, asesinato, descuartizamiento, terrorismo de estado y, finalmente, orquestar el encubrimiento y las mil complicidades indispensables para conseguir el silencio y la inacción de la oposición política, del parlamento y de los medios.
Permite que un enorme conglomerado de cómplices y delincuentes, una inmensa asociación ilícita de la que forman parte políticos y empresarios de gobierno y de oposición, así como numerosos operadores, sigan protegiéndose ente ellos, intercambiando prebendas, reverdeciendo sus lazos criminales.
Permite que grandes y pequeños integrantes de la red incurran en nuevos delitos con la seguridad de que, al ser parte del esquema, nadie podrá actuar contra ellos porque saben demasiado.
Garantiza que los delitos iniciales y los nuevos delitos permanecerán impunes.
Obliga a mantener en altos cargos públicos a delincuentes que se sienten fuertes al conocer el alcance de la asociación ilícita de la que forman parte y la magnitud de las consecuencias que tendría el que esa red se rompiese, como tarde o temprano ocurrirá.
Permite que los chilenos sigan pensando que es mejor no denunciar, que es mejor callar, que es mejor dejar que los poderosos se sigan repartiendo el dinero y las riquezas que pertenecen a todos. Que los poderosos pueden hacer lo que quieren. Que el sistema de justicia es, como dice Monseñor Sergio Abad, una delicada telaraña que atrapa eficazmente a mosquitos e insectos menores y de cuya existencia los tigres no se enteran.

CHILE DESPUES QUE HAYA JUSTICIA PARA DANIEL
Por otra parte, cuando este crimen se aclare....
Serán muchos los condenados porque son muchos los implicados en el gran encubrimiento.
Serán tantos los que irán a la cárcel que por fin comenzará a disminuir la inmensa y oligopólica corrupción de Chile, que tanto enriquece a muy pocos y tan despiadadamente priva de sus derechos y condena a la pobreza y abandono a millones de chilenos.
Será el comienzo del fin de la impunidad en un país donde los ricos y bien relacionados pueden matar, violar y robar sin pagar pena alguna y donde el humilde pasa la vida en la cárcel por el simple hecho de ser sospechoso de un robo menor.
Será el nacimiento de la era en que los que aceptaban lavar los trapos sucios en casa se levantan de mañana y van al juzgado a poner la denuncia.
Figueroa es el descuartizado “de Lagos” porque Lagos y sus hombres, su “círculo de hierro”, son los acusados en los delitos que se pudieron demostrar gracias a los papeles que dejó Figueroa de la Fuente para el caso de que fuese asesinado. Ellos sabían de esos papeles y de la posición de Figueroa con respecto a sus delitos, y por esas razones necesitaban silenciarlo.
Daniel dejó los papeles a buen recaudo para castigar a sus asesinos y no a terceros.
Es el descuartizado de Lagos porque el propio Lagos está implicado en los delitos que pudieron ser demostrados mediante las pruebas que dejó Daniel.
Porque siendo Lagos Presidente de la República en un país donde el Presidente tiene inmensas atribuciones legales e ilimitadas facultades de hecho, no hizo nada por determinar quién descuartizó a su acusador ni por castigar a los culpables a pesar de haber sido reiteradamente conminado a hacerlo.
Si todas estas razones no hacen de Figueroa “el descuartizado de Ricardo Lagos Escobar” corresponde al propio Lagos ayudar a demostrar lo contrario y castigar a los asesinos.
En caso que no lo haga, por todo lo expuesto Lagos pasará a la historia de Chile como el primer presidente democráticamente electo involucrado en el asesinato y descuartizamiento de un conciudadano con el único propósito de esconder hechos de corrupción de los que fue testigo.
Como el primer Presidente que es parte de una asociación ilícita para el encubrimiento de un asesinato con agravantes, ejecutado durante su mandato con el propósito de encubrir delitos comunes en los que él está involucrado.

MENSAJE A LOS AUTORES MATERIALES
Por otra parte, los integrantes menores de esta asociación ilícita para la ejecución y el encubrimiento son pieza fundamental para el esclarecimiento de este asesinato y descuartizamiento por encargo.
Así lo han sido los cientos de personas que cada uno en su día decidieron confesar su participación a veces muy secundaria en los crímenes del dictador pinochet
Es necesario que se atrevan a denunciar.
Que se acojan a protección de testigos.
Que antes de morir tengan el coraje de ponerse en paz con su patria y con sus semejantes.
Que piensen que denunciando contribuirán que hechos tan graves como éste no se repitan y que evitarán de paso que hechos similares los puedan afectar a ellos o sus seres queridos.
Que sientan el placer y el orgullo de sacrificarse por su patria y sus compatriotas.
Que sepan que con su gesto, con su coraje pueden contribuir a mejorar en gran medida la vida de su país y con ello la de sus seres amados.
Que tengan la certeza de que ese desprecio que sienten por sí mismos al saberse contaminados por la inmundicia de este crimen se convertirá en orgullo y conciencia de sincera valía cuando se atrevan a dar el paso de denunciar a los que asesinaron, torturaron, limpiaron en ácido los restos de Daniel y luego los usaron para imponer terror.


Antonio García V. (a) Darío Varela