ATERRADORA
DISYUNTIVA ELECTRICA. EL EJEMPLO DE ALEMANIA.
Antonio
García V. 01.01.2013
En Chile las empresas de electricidad
contaminan y destruyen playas y ensenadas, principal riqueza
del país.
Los
magos del lobby demuestran la necesidad de construir gigantescas
centrales y redes de tendido eléctrico que destruyen
el ecosistema y el paisaje.
Expertos
y tecnócratas pontifican sobre las bondades de la energía
nuclear y sobre un supuesto déficit de producción
eléctrica, y hablan de la falta de electricidad que
amenaza al pueblo a pesar del gran ahorro de energía
que hacen las corporaciones mineras por simple responsabilidad
social empresarial.
En Alemania, en cambio,
hace 12 años, para “democratizar y descentralizar
la producción de energía”, dictaron la
ley conocida como Energiewende (EEG).
En la Alemania de aquellos
días la producción de energía estaba
en manos de cuatro grandes empresas, grandes represas, grandes
FukiChernobiles que rasgaron vestiduras y anunciaron que esa
legislación, la EEG, daría lugar a aterradoras
catástrofes, a la desaparición de la electricidad,
a la destrucción del empleo, la comida y el aire para
respirar.
Incluyeron en la EEG una disposición
aberrante: cualquier persona natural, como Ud. y como yo,
o persona jurídica, como una cooperativa campesina
o pesquera o una PYME, tiene
derecho a generar electricidad y a entregar en venta al sistema
eléctrico nacional toda la energía que produce
o solo la que le sobra.
¿Cuales son, doce años
después, las funestas consecuencias de esta terrible
ley?
Hoy, en Alemania
1. Los producción de electricidad está en manos
ya no de CUATRO si no de OCHOCIENTAS empresas.
2. La energía
nuclear ha sido abandonada por los peligros que entraña
y por el pasivo ambiental que sus desechos suponen para las
próximas generaciones.
3. Las energías renovables representan el 25% de la
producción eléctrica nacional.
4. Se tiene liderazgo mundial en tecnología eólica,
solar, de carbón y de leña.
5. La población es líder mundial en conciencia
ecológica y de sustentabilidad.
6. Grandes ciudades, como el propio Hamburgo, penetrado su
urbanismo y su sistema de transporte por los efectos positivos
de la EEG, se han convertido en las más verdes del
planeta.
Y todavía existe una
consecuencia mucho más funesta, más aterradora,
más subversiva:
La EEG es la demostración
de que políticos honestos con vocación solidaria
y compromiso social pueden cambiar radicalmente las costumbres
y producir riqueza y maravillas ahí donde los intocables
políticos corruptos siembran pobreza y destrucción.
Antonio
García V. (a) Darío Varela |